domingo, 4 de enero de 2015

Un gran equipo

Qué gracia me hacen los príncipes y las princesas y toda la parafernalia Disney que le gusta a mi sobri. Aún arriesgándome a que mi hermano piense que voy a acabar como la loca de los gatos de los Simpsons, he de confesar que no doy un duro por el amor romántico y que me da un poco de coraje haber crecido rodeada de esa versión de la realidad y haberme topado con algo enormemente distinto.

Sin embargo, T me dijo una vez que la vida estaba diseñada para ser vivida en equipo. A lo que yo pensé: “Aaah, espera, ¡eso sí que es práctico! Eso sí que puede funcionar.” 

Vamos a ver...

El buen jugador de equipo no es sólo capaz de llevarse bien con los demás jugadores, sino que además sabe anticiparse a sus jugadas y deja que los demás tomen también las riendas de la partida y cobren así protagonismo en el juego.

En un equipo cada jugador tiene un papel determinado pero está preparado para sustituir a quien haga falta en caso de necesidad.

En un gran equipo los jugadores saben mostrarse uno ante los contrincantes, aunque en el vestuario haya discrepancias. Hay que ser empático y flexible para jugar en equipo. Hay que entrenar duro.

A veces, podemos incluso pensar que para qué dejarse la piel en el campo cuando hay tantos otros equipos, tantas ligas y tantos campos de juego diferentes. Y entonces aparece ante los jugadores el premio, la copa, la gloria, la satisfacción…lo que hace que todo merezca la pena. 

Lo que les lleva a ganar una partida juntos es contar con una misma motivación. Mientras dure ese objetivo común y tenga el mismo peso para todos, entonces ya pueden pasar los años y caer chuzos de punta.

Entonces ya puede poner el destino tierra de por medio, ya puede Iberia cancelar sus vuelos, ya puede acabarse todo el turrón de Suchard… que ese equipo triunfará.

El mejor equipo que he conocido no juega al futbol ni al pañuelo, ni hace natación sincronizada, sino que ha formado una familia de cuatro hermanos y es capaz incluso de seguir pasándolo bien estando juntos. Yo digo ole y me quito el tocado.

Eso es lo que les deseo a Julie y a Pablo hoy y les aseguro que tanto yo como todos los presentes les apoyaremos en el campo. Que seremos club de hinchas incondicionales por siempre.


¡Os deseo mucha suerte en el camino! 


sábado, 27 de septiembre de 2014

De cuando vi estrellitas, o vi little stars

Llevo un tiempo queriendo echar el ratico y escribir algo nuevo en este nuestro blog, que está un poco desamparado. Ahora que soy toda una señorona y tengo un trabajo de mañana, en una oficina casi con vistas al mar y una fuente desas de bidón de agua, tengo mucho tiempo para pensar en cosas insignificantes y darles mucha más importancia de la que tienen. Si tenemos en cuenta que mi cerebro está continuamente centrifugando, excepto cuando duerme, el resultado es un cuadro psicótico. En resumen, que estoy loca vaya, suelo decirle a mis amigos. Y las historias con el sexo opuesto no hacen sino empeorar mi condición.

Cuando estaba en Austria me metía con los austriacos por haber llegado a ese extremo de bienestar en el que ya lo único que queda por hacer es preocuparse por temas fundamentales para redireccionar el futuro del planeta, como la dieta vegana. Mientras que en Irlanda del Norte era rara la familia que reciclaba y la mayor parte del tiempo había que darse por satisfecho si los niños tiraban la basura a la papelera. Esto es así, uno prioriza como puede.

Algunas cosas en las que pienso últimamente:

He caído en la cuenta de que introducir palabras en otros idiomas en mi discurso, además de hacerme parecer una culturetilla, me ayuda a evitar incomodidades. Frasecitas que en español podrían ser incómodas o crear una situación tensa, como por ejemplo “quiero quedar contigo” pasa a ser “quiero quedar with you” y se le restan dos o tres grados de riesgo emocional, que es una escala que me acabo de inventar.

Pienso mucho en los enfermizos mensajes sectarios de mi gimnasio, frases como “poder sin límites” o “borra el no puedo de tu mente”, todas en inglés. Me gustaría saber quién ha tenido la idea feliz de que todo el mundo en el gimnasio sabe inglés. Además, se nota que estos mensajes están diseñados por y para españoles. El ejercicio es parte intrínseca de nuestra cultura. De ahí la siesta. Después de tanta actividad física, normal.

En los últimos días, también he llegado a la conclusión de que soy una maricona.

Y no lo digo porque se me vaya el pistón con temazos como “no controles”, “Eloise” y “¡Qué dolor!”. Tampoco porque me guste ir por la vida como si protagonizara un musical*, sino porque además no aguanto el dolor. Pero bueno, ¿Y eso? Hannah la machorra, Hannah la jabatona, la que se colocaba dos mochilas y enseña la hucha en el campamento. Pues me da yuyu sufrir dolor. Yo aún diría más, me da yuyu ver a los demás sufrir dolor o imaginarme que puedan estar sufriéndolo. Mi última experiencia yuyal ha tenido lugar en el fisio, mientras un personaje neandertal me golpeaba con un instrumento de tortura en el tobillo perjudicado.

Martin Brown - Esa bárbara edad media

Pero dejad que os diga algo en su defensa, yo ya estaba viendo las estrellitas de los dibus antes de someterme a esa cura medieval. Yo estaba viendo las estrellitas desde que me senté en la silla a esperar mi turno y empecé a observar detenidamente cada una de las máquinas diabólicas de la habitación. Yo ví mi primera constelación cuando escuché a la señora aquella gritar de dolor, porque aunque me tapaba la espalda del verdugo y no le veía la cara de sufrimiento, yo me lo imaginaba todito entero.

Y es en ese momento de oscura creatividad cuando mi cuerpo reacciona a la crisis mental que estoy sufriendo y dice: negro, negro… y cataplás. Me da un síncope vasovagal, que consiste en expulsar los sudores de la muerte y en un desmayo de toda la vida, pero con más glamour.¿Y yo que nunca había pensado que en tu cuerpo se pueden dar unas reacciones porque por tu mente pasan imágenes y pensamientos chungos? Es decir, que hay gente que cuando dice que se caga de miedo, es porque realmente se caga. Esto no es moco de pavo. This is not turkey's snot, man. 

Anyway, con esto y un bizcocho os dejo que os imaginéis cómo son mi verdugo y la sala de los horrores donde tengo que volver el martes.

*Igual la manía esta de bailar y cantar en la calle se me pasa si me meto  en una orquesta, o si alguien me acepta en su grupo para tocar la pandereta. Está claro que a esta ansiedad artística le tengo que dar salida como sea. 

Así, sin mucha floritura... si yo con poco me conformo, de verdad.




sábado, 27 de abril de 2013

Clever north wind


Turns out I am very lucky.

The more I change place, the more I discover incredible people to learn from and the fastest they become a part of me. Yes, I am a smart ass, I take a piece of them, the one I love the most, and make it mine (just keep this ‘on the DL’!).
“What I really enjoy is not you; it’s something that’s greater than both you and me. It is something that I discovered, a kind of symphony, a kind of orchestra that plays one melody in your presence, but when you depart, the orchestra doesn’t stop.”
Anthony de Mello
Today I would like to have them all together sitting in the same room (or hiking on the same mountain, dancing at the same party...) so they could meet each other, and get to know who I really am. Because they actually made me who I am, piece by piece.

And why not, given the choice, maybe it could be something different to stay in a place for a while, so I can feel like the little pig with the solid house the wolf could not blow away. Now I just have to find the perfect spot and soul mates with the same will. A piece of cake, right?

I will try my best. Hopefully the clever north wind won’t have other plans.


martes, 5 de febrero de 2013

No he querido saber, pero he sabido


Yo tengo la tendencia a querer comprenderlo todo, cuanto se dice y llega a mis oídos, aunque sea a distancia, aunque sea en uno de los innumerables idiomas que desconozco, aunque sea en murmullos indistinguibles o en susurros imperceptibles, aunque sea mejor que no lo comprenda y lo que se diga no esté dicho para que yo lo oiga, o incluso esté dicho justamente para que yo no lo capte. 
Corazón tan blanco
Javier Marías 

martes, 23 de octubre de 2012

El plan A


En entradas anteriores de redstringofate: Me pusieron una multa. Increíble pero cierto. En la entrada os cuento cuál es el precio de conducir al coche fantástico y cómo hay que procurar caerle bien, porque si no se corre el riesgo de que nos tome manía y decida no avisarnos cuando aparcamos en zona azul. Anyway, que la multa  no me dejan pagarla. He entrado en el bucle infinito de ir al centro social de mi barrio, hacer cola durante media hora, que busquen la multa y que no esté registrada. Y vuelta a empezar. Pues nada, peor para ellos. Tendré que vagar como alma en pena hasta que me dejen cumplir mi condena. En fín, cambiando de tercio...

¡Chan chachachán!
¡El plan A salió adelante!

Buenos días. Nos encontramos en Comillas, Cantabria, retrasmitiendo en directo. La temperatura exterior es de 14 grados (la interior no os la digo para que no os de la risa, pero ya os la comenta Pingu cuando salga del iglú en el que se ha instalado debajo de mi cama), el cielo está despejado y la humedad que me recorre los huesos es de un 94% (la sirenita me ha dicho que en el mar se moja menos).

Hasta aquí el tiempo. Vamos con el lugar:

Esta nuestra villa de “Comillas”, de 2500 habitantes, de los que 2000 no se encuentran en sus casas en estos momentos y 500 se dedican a la hostelería, es una preciosa localidad cántabra con más gracias que el chiste oculto en su propio nombre.

Aquí es donde 24 alumnos y una servidora pasaremos el curso con el firme objetivo de llegar a ser profes de español como lengua extranjera y a ser posible además de tener un papelito que lo demuestre. Estudiaremos en el Hogwarts comillano (porque nosotros lo valemos) que se encuentra situado en el cerro más alto del pueblo, y que parece puesto allí por un marqués que un día le dijo a un amigo:

Mira, corre, ¡sube!
¿pero pa’ qué?¡ Me tienes matao!
Sube hombre, vas a ver.
¿Qué hay que ver?
Pues que desde aquí...se ve mi casa.(badúm tsssss)

Curiosidades: 
Posibles salidas profesionales 

Sobadas. A mano.

Sublime primor.






lunes, 17 de septiembre de 2012

My first little fine


Previously, in theredstringofate: I explained how happy we ought to be to be able to come back home, empty-handed and dirty-clothed and proudly declared I already have sort of a year plan, maybe, I think, well, ehm, not sure... anyway, nevermind.

How cute. An innocent little piece of white paper under my windscreen, waving to the end of the summer breeze. A small surprise left by a policeman, probably an honest person, able to make presents, sing songs, feed babies and walk dogs… a nice good man who doesn't have any idea about MY EXTREMELY TIGHT BUDGET.

I got my driver's licence about two years ago. What a scary-exciting experience it was to drive. What a scary experience it still is (even for the other drivers). But you know what I mean right?– if not, please nod and fake it - I’m sure you all had problems to understand the mysterious functioning of the malefic, puzzling roundabouts; invented by Greenpeace just to reduce the number of drivers in the world (Especially in Spain, where most of the young drivers make use of the famous closeyoureyesandsteponit driving technique).

Did you ever have the feeling that you were looking on the wing mirrors but could see nothing meaningful on them? Ahhh… I remember those days, when I was sort of a bland jelly fish trying to hold a wheel, while my milk-shake-brain was poorly trying to get a hold of all the things I should be doing simultaneously, and shouting “D’OH!”after every mistake. My driver instructor could as well have recorded his voice and disappeared - he would repeat exactly the same annoying speech during every lesson. So boring! Why in the world would I listen to that?! Why would ANYBODY listen to that? But that’s a part of the past, dear friends. And the fact that I needed more than 35 lessons to pass the test has nothing to do with it. So much time has passed by... I got so much experience, drove so many cars, on so many roads. I am such a driving expert today, dear friends. 

The first car I was able to drive, was my sister’s BEAST. I felt powerful, a giant flying on my invincible BEAST. Nothing could happen to this machine, I could mistreat it, even park by touch… Sometimes, I was a bit mean to him. One day I got some gas and forgot the tank’s lid on top of the BEAST. I drove a hill, parked (did my usual 5 tries)… finally found out. He was such a good friend, he did not drop it!! In another occasion, I went up the hill in the third gear. My BEAST could not make it… and decided to stop his invincible ass in the middle of the avenue. An old stranger had to get in the car and get it started for me. And STILL, he was a good boy, and did me a really good turn. He had life of his own. He was my dear BEAST:



But… one fatal day the BEAST had to leave this world. He went to the car’s heaven, where there are no parking problems, floods of free petrol run along candy and cookie roads and the Smiths, the Shins and other fantastic bands play the soundtrack (ugh…not sure who's heaven this is anymore).

Then, I got to drive… el ÁNGEL. For those of you who still don’t know, eL ÁNGEL is the Spanish far-away cousin of the Knight Rider. He could even drive on his own and would come and pick me up. And then I would jump through the window, fall on the seat and drive away. He could make my bed, just like the printer in my last office. During the weekends, me and my friends could have private parties inside.




If he wanted to. But he does not.

This car resolved not to like me. He is a cheeky monkey... and he refused me as his Michael Knight. He won’t even park properly, this bastard! Sometimes he goes on a strike and doesn't even light the indicators… I am trying to convince Humanity this is not my fault, I am a good driver but this car is a bad-mannered, bloody insulting, evil car. But he is el ÁNGEL, the perfect driving friend...and I know it will be difficult to convince the authorities that HE NEVER TOLD ME I was not allowed to park there today. But I have to make them believe!!

Don’t know how,don't know when... but as Skoda is my witness, eL ÁNGEL will pay for this.

p.s. and I will have to pay as well :(

viernes, 31 de agosto de 2012

El siniestro caso del olvido del pan de hamburguesa


En entradas anteriores de redstringofate: os cuento sobre mi pequeño flechazo secreto con un cortijero austriaco y de mi xenofilia , de la inutilidad de los diccionarios en papel y mis impresiones finales sobre mi experiencia en Austria (positivas, mayormente).

Bueno. Hoy he pensado que ya está bien de publicar ñoñerías en facebook. Aprovechemos la inyección de romanticismo y energía que me da esta luna azul para actualizar el blog de una vez por todas, ¡vamos digo yo!

Pues ya hemos llegao. Al pegajoso Agosto almeriense. A calores, fatigas y satisfacciones campamenteras. A pasar frío con el aire en casa. A comer hasta que te duele la barriguita y beber hasta que te rebosan la cerveza y el tinto por las orejas en la feria.  A escuchar grandes temazos como este, en la caseta, en el pub, en tu casa, en la calle, debajo del agua y en sueños:


(y ver con pena negra en el corazón el número de visitas)

Vuelta al llegar cuando despunta el alba y al baño zapillero tonificante de madrugada (este último es un nuevo descubrimiento). A buscar sin cesar toda clase de cosas que te llevan a otras cosas que a su vez te llevan a otra página de otro país…hasta que te acuestas mareado y sabiéndote Internet de memoria. A estudiarte internet. A escribir cartas de motivación que producen arcadas. A los brazos de mami, las atenciones de papi y la graciosa rutina de hermanos, niños y perros. Y claro está, vuelta a la limosna familiar… L

Y una cosa os digo, ¡no nos damos cuenta de la suerte que tenemos! Ayer mis padres se peleaban por un clásico caso de olvidodepandehamburguesaencarroajeno y yo pensaba, mientras me comía la hamburguesa con pan congelado del siglo pasado, como un sabio me dijo un día: “¡Que to’lo malo sea esto…!”. Me acuerdo que cuando daba clases de español en Níjar, algunos de mis alumnos, los más quemados con su situación entre los plásticos me decían llenos de resquemor: “Tú qué sabe. Tú ere español, tú tiene casa, padre, trabajo”. Y yo pensaba “uy, casi haces pleno”. Pero con todo y con eso, soy consciente de que no todo el mundo tiene la suerte de poder ser aceptado de vuelta en casa con el rabo entre las piernas, sin dinero ni fecha de salida concreta. Y no todo el mundo es capaz de hacerlo y vivir para contarlo…

Así que como heroína que soy, lo grito a los cuatro vientos: Yo he vuelto a casa  (más de una vez). 
Cierto es que hay días en que me oprimen las paredes estas del edificio Guial número 13 y se me hace un nudo en el estómago y tengo que recurrir a las galletas de emergencia (estas veces son las menos, no preocuparse). Pero ya he descubierto que no es ninguna alergia a este nuestro querido país, sino la ansiedad y el abismo de no tener un plan.

Pues bien, hoy por hoy tengo el orgullo y la satisfacción de comunicaros a todos que por primera vez en unos cuantos meses no sólo tengo un plan A, sino también un plan B y si me aprietas un plan C.

...pero si os lo contara todo, ¿qué dejaría para el final? ;)